Fundadores

Aquí, hablaremos un poco de los fundadores de nuestro colegio, que como ya sabéis, son Marcelo Spínola y Celia Méndez. Aquí os pongo toda la historia de como empezaron y se conocieron, terminando a fundar nuestro Colegio Cardenal Spínola de Huelva 

Marcelo Spínola nace en San Fernando (Cádiz) el 14 de enero de 1835, obtiene a sus 21 años la licenciatura en Derecho y ejerce un tiempo como abogado en Huelva, dedicándose de modo gratuito a la defensa de los obreros. Algo más tarde, en 1864, abraza el sacerdocio. Será este el camino por donde avance en santidad y por donde vaya expansionando su quehacer en favor de los hombres.

Don Marcelo percibe las necesidades y urgencias sociales de su época, y se da cuenta del abandono en que yace gran parte de aquella sociedad. ¿Peor  que el hambre es la plaga de la ignorancia en España en este siglo?, llegará a decir.

La fe se expresa y desarrolla en un contexto cultural determinado. De ahí que Marcelo Spínola piense en la educación como medio fundamental para evangelizar la cultura, al mismo tiempo que para preparar sólidamente hombres y mujeres que logren la transformación de la realidad social. La escuela es el espacio adecuado para esta empresa..

Y D. Marcelo, siendo Obispo de Coria, funda con Celia Méndez y Delgado, nacida en Fuentes de Andalucía (1844), la Congregación de Esclavas del Divino Corazón, cuya finalidad es la de anunciar el amor personal de Cristo a través de la educación. Su pensamiento educativo informa todo el quehacer apostólico y pedagógico de las Esclavas.

Celia Méndez cuando conoce a D. Marcelo, párroco en la iglesia de S. Lorenzo (Sevilla), es una mujer de temperamento ágil, vivo, emprendedor. Pero que acaba de sufrir un gran dolor: ha quedado viuda a los 28 años. Desde ese momento pone su corazón y su vida a disposición de Dios. Ella dirá “la vida no es sólo gozar “, la suya hasta que perdió a su marido, sólo había conocido felicidad. Rompe con su vida social anterior y bajo la dirección de D. Marcelo se entrega al servicio de Dios y de los más necesitados.

El primer centro/colegio que comienzan D. Marcelo y Celia será en Coria (Cáceres – 1885). Ellos conciben la educación como una propuesta de educación integral.

Siendo D. Marcelo obispo de Málaga defendió en el Senado, cuando se debatía la famosa ley Romanones (Noviembre de 1901), la libertad de enseñanza, rechazando todo monopolio del Estado e instando para que la legislación respetara los derechos de los padres y de las instituciones privadas.

La obra y pensamiento de los fundadores siguen vigentes en la Iglesia por medio de la Congregación de Esclavas del Divino Corazón, que hoy extiende su acción apostólica por España, Italia, Japón, Filipinas, Argentina, Brasil, Ecuador, Paraguay y Venezuela.